jueves, 14 de octubre de 2010

Elige un camino

Te encuentras en el camino una bifurcación. No es posible volver atrás y tampoco es posible quedarte sin elegir.
No sabes qué hay por el camino de la izquierda. Un poco más adelante gira rodeando la montaña y no ves dónde va.
Por el camino de la derecha se llega a un campo de trabajo. Una vez te capturan en él, quedas atrapado para toda la vida y tendrás que dedicarte a las tareas que te encomienden.
No parece una perspectiva agradable, pero por el camino de la izquierda no sabes qué te puedes encontrar. Pueden acechar peligros, no sabes si encontrarás alimentos, cobijo. Tal vez estés siempre solo.
En cambio por el de la derecha, sabes que los prisioneros tienen tres comidas al día (siempre que cubran su cuota o tengan un justificante médico para estar exentos). También tienen un jergón para dormir a cubierto. En un cubículo ínfimo, es cierto, pero seco y caliente. Desde la encrucijada se ven los enormes bloques de cubículos.
En el campo de trabajo, todos se levantan con el toque de diana, acuden prestos al desayuno, al puesto asignado, a la comida, al puesto asignado, a la cena, un pequeño descanso (aunque muchos ya no son capaces de relajarse a la hora indicada) y al jergón.
Los prisioneros que más destacan pueden llegar a convertirse en guardianes. Entonces se levantan antes de diana, arrean, arengan y fustigan a los prisioneros y se van a dormir cuando ya todos están en sus jergones. A cambio obtienen un cubículo más amplio y la mejor comida.
Los que más destacan se pueden llegar a convertir en gerentes. Se les distingue porque andan permanentemente corriendo de un lado para otro con sus papeles en la mano. Nadie sabe bien para qué hacen falta, pero ahí están. Su ropa es de primera calidad, no tienen cubículos, sino barracones personales y la comida se la preparan los cocineros expresamente. Cuando corretean por el campo, miran con desdén a los prisioneros. En su mirada se lee: "Dios no quiera que un día esté como ellos. Yo soy mejor". Es una mirada de terror, por lo que es fácil suponer que corren el riesgo de terminar así.
En cambio por el camino de la izquierda podría pasar cualquier cosa. Desde el campo de trabajo unos miran a la bifurcación con melancolía y otros con pavor.
Tú no sabes qué te encontrarás por el camino de la izquierda, y sí por el de la derecha.
¿Cuál eliges?

2 comentarios:

  1. http://intothewildunion.blogspot.com/2010/12/nadie-se-resigna-la-pobreza-la-historia.html?zx=2916ec48d50f653f


    Lo mismo te puede interesar.
    Un saludo Héctor

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  2. por que eleguir el falci donde todo esta hecho prefiero el deconocido donde puedo encontrar un campo sin ser prisionero y ser libre aun no teniendo tres comidas al dia ni nada material donde se puede ser uno mismo es lo importate no o eso creo yo gracias daniel me a gustado tu blog

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